La primera y única función por la cual los pechos de la mujer están diseñados es para alimentar a sus bebés. Aunque en la sociedad de hoy en día, los pechos se ven con otros sentidos.
Antiguamente, el único alimento que se le podía dar a los recién nacidos era la leche materna y por ello toda la sociedad crecía viendo a las mujeres amamantar a sus hijos/as.
Se dice que aprendemos por imitación. Por ello, la sabiduría del amamantamiento iba pasando de generación en generación. Hasta que un día apareció la leche artificial. Ahí empezaron las dificultades para que la leche materna se siguiera dando de manera natural.